SOBRE PONZOÑA DE PAISAJE

















Usted debe creer que resulta muy fácil hablar sobre la obra de José Pulido dada la diversidad de su entrañable relación con la Literatura. Poner el ojo aquí, poner el ojo allá. Pues no. Tenemos, sí, al José Pulido de alma que se limpia a sí misma gracias a la poesía. Porque nos empeñamos y empeñamos todo en esas cuentas impagables del alma, lo seguimos.
Contamos además con el avezado periodista y entonces hablamos de algo grande. Además está el maestro y también el narrador, el novelista. José Pulido es todo esto y más porque él escribe sobre la gente, es decir sobre nosotros. Los que vamos y venimos. Los que nos equivocamos irremisiblemente. Los que nos salvamos del desastre por un pelo. Los que vamos adelante sin importar consecuencias. Los que mentimos y decimos verdades. Los que en oportunidades logramos algún cometido importante. En suma, José le habla a los amantes sufrientes de una tierra que se niega a desaparecer.
Es lo que más le duele y probablemente por eso, en esta novela, Pulido se entrega primariamente a la arquitectura de la imagen de un país confundido. El paisaje -se sabe- es una construcción cultural, una manera de representar o simbolizar nuestro entorno. Y si bien el punto de partida es un paisaje natural y fronterizo, no deja de impresionar que toda esta ponzoña de muchas maneras ha llegado tristemente a las venas de cualquier venezolano. Es un país diferente el que nos enseña Pulido. Irreconocible en tanto que lo sabemos cercano.
De forma distinta y grotesca, los personajes confluyen en una interrogante. En realidad, los personajes no saben lo que va a pasar en esta páginas azarosas y fronterizas. Estructura fragmentaria han dicho: a mí no me lo parece. Novela corta que toca vidas y situaciones que al final se van aparejando en cada capítulo: "Paisaje de ponzoña" aborda una realidad con la fuerza poética de un hombre consagrado a las letras. Y en esa realidad la violencia surge y ampara el crecimiento de personas en el eje de la pobreza más grande: todo desde las riberas o bordes de dos orillas enfermas haciendo negocios y comerciando en el charco de iniquidades que es la frontera.
Lo que nos recuerda Pulido y es lo importante: tenemos un compromiso con el futuro. Es contrabando, es narcotráfico y es guerrilla: Tres caballos nómadas a los que nadie quiere subirse y domarlos. Van y vienen los personajes. Aparecen y se pierden puntualmente como producto derivado de una desgracia tramontada de otros tiempos y narrada en forma cruda e impresionante por nuestro querido escritor José Pulido: punta de lanza de la Literatura Venezolana.
Eziongeber Chino Álvarez
Marzo de 2021
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