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EL EXTRAÑO CASO DE LA PEPITA ASESINA

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Aunque no entienda muy bien el concepto, resulta que en muchas partes del mundo está entrando con fuerza el otoño. Nosotros en Cumaná, nunca lo conocimos. Simplemente pasábamos del palo de agua arrechísimo al calorón insoportable en un santiamén. Como todos, incluíamos eso tan raro en nuestros fraseos habituales, tal cual aquello del "galán de otoño", de honda tradición venezolana. Igual, contábamos con el famoso "pinto en verano, pinto en otoño ..." Así, por escrito, no sabe a nada. Pero si le agregas la musiquita de Pinturas Pinco-Pittsburgh, es otra cosa.  Estas jodederas, antológicas y propias de un pueblo lindo, ingenuo y puntilloso, era la picaresca que necesitábamos para orinarnos de la risa por cualquier zoquetada. Igual, con el pasar de los años, aprendimos, leyendo la revista Cosmopolitan de la pure, que existía en otras latitudes eso de la Colección Primavera-Verano. O la de Otoño-Invierno. Coño... Nosotros por toda moda, usábamos pantalones largos para i

FRUTA SIN A

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 Fruta sin A. Francamente no recuerdo donde lo leí ni hace cuánto, pero a mí me quedó claro el mensaje: A los seres humanos no nos une con el mismo interés una guerra. O un tumultuoso evento de masas. Concurrimos a uno u otro por cumplir. Cumplir con la cita revestida de un propósito muy importante.  No digo que sea cierto pero si es así, la melcocha que nos reúne desde que andamos echando vaina en este mundo, es una buena historia. No tiene que ser una sesuda reflexión pitagórica.Bastacon que sea buena. Es que tenemos amplia experiencia en hablar zoquetadas y eso arranca justo desde los tiempos en que no sabíamos si éramos homínidos o humanos propiamente tales. Así será de importante.  Inclusive antes de eso, las historias que nos contábamos los unos a los otros quedaron plasmadas en las paredes de una cueva cualquiera, llena de bisontes, mamuts, jirafas y un hombrecito trocado en valiente cazador: Allá va el carajo. Habrá que imaginarse, por ejemplo, a un grupo de humanos medio vesti

SOBRE "EL CAMINO DE LEDESMA", DE EDUARDO CASANOVA

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ALONSO ANDREA DE LEDESMA, EL QUIJOTE Y EL CAMINO DE EDUARDO CASANOVA Por Eziongeber Chino Alvarez En 1595, cuando los piratas ingleses llegaron a Santiago de León de Caracas, lo hicieron atravesando las sierpes empinadas de la montaña capitalina. Los vecinos, al divisarlos, se convirtieron en multitud desaforada emprendiendo la huida como pudieron. Muy pocos quedaron para combatir a los forajidos. Mejor sería decir, que el único que le hizo frente a los invasores fue un hombre andrajoso, alto, flaco y desgarbado. Pénculo se llamaba la bestia, Alonso Andrea de Ledesma su jinete, el valeroso caballero protagonista de esta inmensidad de historia. Lanza antigua y oxidada en ristre, Don Alonso no era en modo alguno un mozalbete ni mucho menos ya que se se trataba de un añoso guerrero como bien lo constató después el propio Amyas Preston. En rigor, un anciano para los saberes de la época. Este hecho tan notorio, esta defensa in extremis de la ciudad de Santiago, ocurrió diez años antes

AQUÍ ESTAMOS, AQUÍ SEGUIMOS

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 A pesar de la pandemia y sus secuelas y de las atroces circunstancias políticas y económicas, los responsables de la EDITORIAL ÍTACA C.A. estamos aquí, con la voluntad de seguir adelante en nuestra labor de publicar y promocionar escritores venezolanos talentosos. Para ello, no solamente estamos afinando nuestros conocimientos y dotándonos de nuevos equipos tecnológicos sino que estamos en el proceso de buscar alianzas con otras edtoriales y editores, como ya lo informaremos en su momento.
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